jueves, 20 de diciembre de 2012

Déjate llevar. Una propuesta diferente.


Ésta no es la típica película que pone todo el mundo, pero el martes la vi por 3º vez, y no fue lo mismo que siempre. No disfruté solo del baile y el argumento, si no que pensé en algo más, mi cabeza realizó esa conexión con los conceptos que tanto he estado tratando últimamente: movimiento, educación, principios… Creo que es un EXCELENTE reflejo de la educación que el movimiento puede suponer.

Déjate llevar: Basado en la verdadera historia de Pierre Dulaine, un inspirador profesor de baile que ofrece clases gratuitas a los alumnos más conflictivos de las escuelas de Nueva York. Al principio los alumnos tratan a Dulaine con escepticismo, especialmente cuando descubren lo que se propone enseñarles, pero su compromiso y dedicación poco a poco derrumban las barreras que les separan. Hasta el punto que deciden ir aún más lejos y crean un estilo nuevo lleno de energía: una mezcla del baile de salón clásico de Dulaine con su propio estilo hip-hop. Dulaine se convertirá pronto en el mentor de sus alumnos, muchos de los cuales nunca han tenido un aliciente por el que luchar en sus vidas. Les inspirará para esforzarse y buscar la perfección con la esperanza de ganar el prestigioso concurso de baile de la ciudad. Y en el camino aprenderán valiosas lecciones acerca del orgullo, el respeto y el honor. 


En éste trozo de vídeo solo vemos la progresión de los alumnos de no querer participar, a inspirar sus propias mezclas y baile, a colaborar en clase, a unirse entre ellos, a respetarse, a trabajar como equipo...


Pero la verdad que me gustaría más centrarme el método educativo del profesor.
En el minuto 75 de la película se produce una discusión entre el profesor de baile, Pierre Dulaine, y otro profesor de la escuela junto con una especie de AMPA. El profesor y los padres están contra de las clases de baile al grupo de “castigados” y no entienden el valor que puede tener el baile, piensa que se está perdiendo el tiempo con los alumnos. El profesor de baile les dice que lo realmente inútil es crear divisiones donde unos pocos tienen derecho a aprender y otros no (principio de justicia). Explica su método, y cuenta cómo el baile en pareja y el movimiento enseñan respeto, confianza, autoconfianza, fuerza, y cómo esto en una sociedad de guetto puede cambiar el sexismo extremo por un igualitarismo racional, puede cambiar los valores de los alumnos. Muestra como el baile tiene un carácter educativo intrínseco, con buenos valores implícitos que servirán para educar, entre otras muchas cosas, en respeto trabajo en equipo y dignidad.

Finalmente creo que esta película se centraría en la educación moral. Como se dice en “Educación física, movimiento y currículum” de Arnold: ”La educación moral supone estimular al alumnado en pensar críticamente sobre cuestiones morales de principio fundamentales, a formular sus propios juicios racionales, y a traducirlos en la acción apropiada. La educación moral ayuda a los individuos en el camino de la autoformación de una manera basada en principios, tanto dentro como fuera del panorama de la clase.” Así el profesor Pierre Dulaine mediante el baile estimula a sus alumnos creando en ellos unos principios morales muy propicios para superar y vivir en el ambiente en que se encuentran, de manera que puedan desear un futuro mejor para ellos mismos, e incluso conseguirlo, aportando además sus valores a todos aquellos que los rodean.

En este sentido EL MOVIMIENTO SI ES EDUCATIVO.


*Con igualitarismo racional me refiero a una concepción de igualitarismo que no promueva diferencias sociales entre la mujer y el hombre, que ninguno de éstos se sienta por encima del otro.

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